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· Bodas de sangre

Bodas de Sangre

La boda, concertada por intereses económicos, estaba programada para el día 23 de julio, fecha en la que iban a casarse Casimiro Pérez Pino, de 29 años, y Francisca Cañadas Morales, de 20 años. El famoso crimen de Níjar ocurrió en este municipio el 22 de julio de 1928, en las inmediaciones del Cortijo del Fraile.

La ceremonia estaba programada para las tres de la mañana, en la iglesia de Fernán Pérez. Entre los invitados se encontraba el primo de la novia, Francisco Montes Cañadas. 

La noche en la que debía celebrarse la boda, Francisca decidió huir junto a su primo Paco, motivada por el amor que los unía.

Durante la huida, fueron interceptados por la pareja formada por José Pérez Pino y Carmen Cañadas Morales, hermano del novio y hermana de la novia, respectivamente. Según varias fuentes, este encuentro no fue fortuito, puesto que se sabía que Paco planeaba escaparse junto a su prima. 

En este encuentro que se produjo a unos ocho kilómetros del cortijo donde se celebraba la boda, José disparó contra Paco, mientras que Carmen reducía a su hermana, impidiéndole intervenir y defender a su primo. Inicialmente, Paca declaró no recordar lo sucedido con claridad, ya que se desmayó durante los hechos. No obstante, tras presentar la denuncia, acusó a los agresores, quienes confesaron su culpabilidad. Fueron condenados y encerrados en la cárcel de Sorbas. Carmen salió al poco tiempo y pudo hacerse cargo de sus hijos pequeños, mientras que José continuó en prisión hasta 1931.

Para poder comprender el impacto social de esta fuga, debe tenerse en consideración el contexto de la época: el hecho de que una mujer pasara la noche con un hombre implicaba un compromiso irreversible. Tras esto, Paca no podría casarse con ningún otro hombre y su padre se vería obligado a dar su consentimiento. La fuga convierte la situación que desean en un fait accompli o hechos consumados. Esta situación explica la actitud de la hermana y el cuñado de la joven al impedir, aún soltera, que pasara la noche con su primo Paco y consolidara una unión no deseada,con la consecuente pérdida de la dote económica ya acordada. 

Este crimen tuvo una gran repercusión mediática, tanto en la prensa andaluza como en la nacional. La novia, Francisca Cañadas, nunca llegó a pronunciarse de lo que sucedió y vivió aquel día, lo cual hizo imposible reconstruir un relato fiel más allá de los diferentes testigos y declaraciones.

Actualmente, a ocho kilómetros del Cortijo del Fraile, en el camino de la Serrata, puede verse una cruz de cal pintada sobre un muro de piedras. Este es el punto donde se produjo el encuentro entre Paco Montes y los familiares de Paca. Se ha señalizado con la instalación de un monolito que recoge la Ruta Cinematográfica, y en cuyo texto se recogen los hechos de 1928. 

Los acontecimientos quedaron recogidos en los periódicos regionales y nacionales, como ABC, El Heraldo de Madrid o La Voz. Dieron noticia del suceso como un drama rural ligado a las tensiones sociales de la Andalucía profunda, enmarcado en la pobreza y normas sociales estrictas. La cobertura mediática solía limitarse a reseñas breves, evitando comentar aquellos detalles más escabrosos del crimen. 

El impacto del crimen se reflejó en la cultura popular, inspirando coplas y romances anónimos, y quedando recogida esta noticia histórica en la obra de escritores como Carmen de Burgos y Federico García Lorca.

Ambos hallaron inspiración en el suceso para escribir, respectivamente, una novela corta y una obra de teatro. De este modo, se establece una trinidad entre poesía, narrativa y teatro que, desde las particularidades de cada género, permiten ofrecer distintas perspectivas literarias sobre el mismo hecho.

¿Sabías que…?

  • Tras el crimen, Francisca vivió el resto de sus días en Níjar, en el paraje conocido como El Hualix, y nunca concedió entrevistas a los medios.
  • La familia de Francisca ha relatado que ella nunca volvió a casarse y que fue vista como la culpable de la tragedia por la sociedad de la época.
  • Actualmente a ocho kilómetros del Cortijo del Fraile, en el camino de la Serrata, se encuentra una cruz de cal pintada sobre un muro de piedras marcando el lugar donde se produjo el suceso.