El pasado minero
La minería es una página menos conocida pero fundamental en la historia del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Explorarla permite comprender cómo la geología, la economía y la vida rural han estado estrechamente entrelazadas en esta tierra de volcanes, viento y sal. Su conservación no solo protege un paisaje singular, sino también una memoria colectiva de esfuerzo, adaptación y aprovechamiento sostenible del entorno.


Hoy, las ruinas del poblado minero de Rodalquilar y las instalaciones de la planta Denver pueden visitarse. Son un valioso ejemplo de patrimonio industrial y geológico, testimonio vivo de una etapa clave en la historia reciente del Cabo de Gata.
Un subsuelo modelado por el fuego
El paisaje árido y aparentemente inhóspito que rodea al Cortijo del Fraile esconde en su subsuelo una riqueza mineral que ha sido explotada durante siglos. Todo ello está directamente relacionado con su origen volcánico. Al final del Mioceno, esta zona fue escenario de intensas erupciones submarinas y terrestres, que dieron lugar a materiales volcánicos profundamente transformados por la acción de fluidos hidrotermales —aguas calientes cargadas de minerales— que circularon a través de fallas y fracturas en las rocas.
Estos procesos formaron vetas mineralizadas en las que se concentraron metales como el plomo, el zinc, el hierro, e incluso pequeñas cantidades de oro y plata.
De la minería histórica a la industrial
Algunas de estas vetas metálicas pudieron ser conocidas ya en época romana, aunque fue en los siglos XVI y XVII cuando se documentó una explotación más significativa, especialmente de plomo y alumbre. Sin embargo, el gran auge de la minería llegó en los siglos XIX y XX, con un notable impulso durante la primera mitad del siglo pasado.
Uno de los focos más importantes fue la cuenca minera de Rodalquilar, situada a pocos kilómetros del cortijo, en el Cerro del Cinto. Allí se extrajeron diversos metales, pero fue el oro el que marcó una etapa clave. La mina más conocida fue «El Estrellón», que vivió su apogeo entre 1930 y 1966.
Aunque el Cortijo del Fraile no estuvo en el centro de la actividad minera, sí formó parte del mismo entramado económico y social. Las explotaciones necesitaban caminos, viviendas, mano de obra y suministros, lo que dinamizó toda la zona, incluso en un contexto rural y semiárido.


Las minas de Oro de Rodalquilar
Rodalquilar fue uno de los pocos lugares de España donde se extrajo oro de forma industrial. A diferencia de otras regiones del mundo, el oro no aparecía en forma de pepitas, sino disperso en cuarzo y otras rocas volcánicas, lo que exigía técnicas metalúrgicas avanzadas para su recuperación.
Algunos hitos relevantes:
- El primer hallazgo de oro se registró en 1864, aunque no se explotó de forma sistemática.
- En la década de 1930, se reactivó la actividad gracias al avance de los métodos de extracción.
- Durante la Segunda República y, sobre todo, en la posguerra, el Estado asumió el control de las minas mediante la empresa pública ADARO.
- En los años 50, Rodalquilar vivió su época dorada: se construyeron viviendas, una escuela, una iglesia, una planta de tratamiento y un laboratorio.
- El declive llegó en 1966, cuando el agotamiento de los filones y la baja rentabilidad provocaron el cierre de las minas.


El paisaje minero
El paisaje del entorno del Cortijo del Fraile refleja esta interacción entre agricultura, ganadería y minería. Los cortijos, construidos con materiales locales como piedra volcánica y yeso, no solo sirvieron como centros de producción agrícola, sino también como refugio y apoyo para quienes trabajaban en las minas o cruzaban la sierra en busca de recursos.
Las huellas del pasado minero son visibles aún hoy: caminos de herradura, aljibes, escombreras, restos de socavones y hornos de cal o yeso, utilizados tanto en la construcción como en el tratamiento de minerales.
¿Sabías que…?
- En Rodalquilar hubo una auténtica «fiebre del oro» en los años 30 del siglo XX.
- La minería impulsó el desarrollo de pequeñas aldeas y caminos en toda la comarca.
- Muchos minerales que hoy se estudian en escuelas de geología pueden encontrarse en esta zona: galena (plomo), pirita (hierro), esfalerita (zinc)…
- La historia minera del Cabo de Gata es también parte del relato de la industria nacional española, especialmente durante la posguerra.
- El entorno del Cortijo del Fraile está rodeado, además de las Minas de oro Rodalquilar, por multitud de pequeñas minas y pozos de prospección abandonados.
- Es posible recorrer las antiguas Minas de oro de Rodalquilar a pie, con rutas interpretativas que combinan paisaje volcánico, historia minera y patrimonio industrial.